La coronación de la Virgen, los próceres y la dama que fue la "madre de los pobres"
La posibilidad de visitar las iglesias en un circuito turístico abrió un portal que permite –con algo de imaginación– vivir distintos momentos de la historia que dejaron huella y aún nos definen. Los tres templos que faltaban: las iglesias de la Cruz y Santa Rita, y la catedral.
A bordo de 8 colectivos dispuestos por el Municipio, más de 400 pasajeros, entre vecinos de la ciudad y turistas, pudieron recorrer el tradicional circuito de la Semana Santa en Corrientes: las siete iglesias históricas.
Y si bien el hilo conductor del paseo es, sin dudas, la fe católica, la propuesta también permite atisbar vestigios de una historia de más de 500 años que atraviesa la identidad de quienes habitamos este suelo, de manera independiente de la fe que se profese.
Tal como se publicó el domingo pasado, este recorrido pretende invitar al lector a conocer algunas curiosidades, datos y personajes a partir de haber desembarcado en otros tres templos –los cuatro primeros fueron las iglesias Jesús Nazareno, San Francisco, la Merced y María Auxiliadora-.
«Que los visitantes se logren emocionar, que recuerden otros tiempos de sus vidas como casamientos o bautismos, que se conecten con la presencia de Dios o que salgan sorprendidos con historias que no conocían, hacen que nuestra tarea esté cumplida», aseguró la guía Anita Galiana luego de la visita.
Así, el recorrido fue a parar en otra de sus estaciones en una de las iglesias históricas y emblemáticas de la ciudad, la de los Milagros.
La plaza está ahora transitando los últimos pasos en un proceso de recuperación y refacción integral, que la dejarán con una cara renovada y lista para ser disfrutada a pleno por los vecinos de la ciudad. Actualmente en este espacio, ubicado en el cuadrante entre las calles Hipólito Yrigoyen, Perú, San Martín y Roca, trabajan en el mejoramiento del parquizado y en la instalación sobre el monumento central de dos grandes grabados que ilustran a próceres y personajes correntinos de distintas épocas. El conjunto cuenta la historia del aporte correntino a la constitución de la patria, conservando de esta manera su estirpe de plaza histórica.
La Cruz: el atrio donde se coronó a la Virgen
Ubicada frente a la plaza de la Cruz, con su acceso principal sobre la calle Belgrano, esta iglesia, de estilo románico, guarda en su retablo mayor una cruz de urunday de 3,75 m de altura, conocida como la Cruz de los Milagros.
Según la tradición, habría estado involucrada en sucesos extraordinarios en los días de la fundación de la ciudad de Corrientes (el 3 de mayo de 1588). En marzo de 1730 se la trasladó a este solar. El templo actual es el tercero construido en su honor. Desde 1806 su fiesta se celebra el 3 de mayo de cada año.
En 1888, durante la celebración del tercer centenario de la ciudad de Corrientes, se colocó la piedra fundamental de este templo, cuya proyección fue encargada al ingeniero Juan Coll; bendecido y consagrado en junio de 1897 por el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Uladislao Castellano. La construcción fue costeada por una comisión de damas presidida por Froilana Molina Vedoya de Vidal.
En la década de 1910, por razones estructurales, sus torres fueron demolidas. «Hay varios proyectos que pretenden, con la tecnología constructiva actual, devolver las torres y el campanario de su diseño original», relató Galiano.
Desde 1826 funcionaba aquí la parroquia San José y, contiguo a la iglesia, el Cementerio de la Cruz decretado por el gobernador Pedro Ferré; ambos fueron clausurados en 1871 cuando la fiebre amarilla azotó la ciudad de Corrientes. El 16 de julio de 1900 la imagen auténtica de la Virgen de Itatí fue coronada solemnemente en el atrio de esta iglesia por el obispo de Paraná, Rosendo de la Lastra y Gordillo. El 19 de diciembre de 1913 el obispo Niella le dio la categoría de parroquia bajo el título de La Santísima Cruz de los Milagros.
La iglesia contiene: la Cruz de los Milagros, su reliquia más preciada, cinco retablos hermosos y artísticos de la década de 1920, valiosas piezas de arte sacro, y el mausoleo de Santiago Derqui quien fuera presidente de la Confederación Argentina.
Además de la parroquia, eclesialmente es santuario arquidiocesano; civilmente, la manzana de la Cruz es un lugar histórico nacional y el templo, monumento histórico provincial.
Quienes busquen visitarla, encontrarán mucha información histórica bajo su techado desde que fuera una simple capillita con techo a dos aguas. Y tradiciones intactas desde la época de la colonia: cada 3 de mayo, los vecinos del barrio inundan portales, ventanas y veredas con luminarias.
Santa Rita: un encargo de la "madre de los pobres"
Construida con estilo neogótico, ubicada en la esquina de Bolivar y Córdoba, este templo nació en 1886, integrando el conjunto de edificaciones del Hospital de Mujeres habilitado cuatro años antes. El proyecto, del ingeniero Juan Coll, fue costeado por doña Juana Francisca Cabral, cuya intención fue honrarla a Santa Rita de Casia como patrona del hospital.
El historiador Hernán Gómez en su libro La ciudad de Corrientes menciona que Juana Cabral «era una mujer profundamente religiosa y con un espíritu humanitario, fue la sociedad correntina una de sus más altos valores. Del más alto patriciado, opulenta y sencilla de una cultura completa, sabía situarse en los deberes de cada momento. Se ganó el cariño de la provincia y sigue viviendo en el corazón del pueblo». En vida, la habrían llamado ya desde entonces «la madre de los pobres». El hospital Geriátrico y el Instituto de Cardiología llevan su nombre. También fue ella quien donó su casa paterna para construir allí el colegio Salesiano.
Pero en la capilla se encuentra –entre las flores y en dirección hacia al costado– un monumento que recuerda parte de su legado. «Su lema fue: mientras tenga un peso será para hacer el bien. Y mandó a levantar el templo, que se bendijo en 1901», reza la placa de la iglesia, que aún mantiene sus paredes construidas en adobe; mientras que el retablo del altar mayor, las ventanas, las puertas y las claraboyas, en maderas. El reclinatorio y el altar de la imagen que se encuentra en uno de los costados es de mármol de carrara. Originalmente a dos aguas con tejas francesas y todas las clavaderas de madera, hoy el techo es de zinc, con estructuras de hierro y cabreadas originales.
En junio de 1897, el arzobispo Uladislao Castellano estuvo en Corrientes por la consagración de la Iglesia de la Cruz de los Milagros, en su visita al hospital consagró el altar de Santa Rita.
La iglesia primero quedó a cargo de las Hermanas de la Misericordia, instaladas en Corrientes en el mismo año (1886), luego su cuidado pastoral es encomendado a la iglesia Catedral en cuya jurisdicción se encuentra.
Iglesia matriz, panteón de próceres y una reliquia
Aunque cueste creerlo, la iglesia catedral no nació allí, sino frente a la plaza 25 de Mayo, en el solar en que hoy se erige la Casa de Gobierno. Pero sí, en su esencia, existe desde la fundación de la ciudad.
Este templo, que se ubica frente a la actual plaza Cabral, fue levantada en honor a Nuestra Señora del Rosario. La construcción, sobre el proyecto del maestro Nicolás del Grosso y bajo la dirección de fray Nepomuceno Alegre, inició en 1854 siendo en ese momento el gobernador de la Provincia, Gregorio Pujol. «El estilo denota rasgos italianizantes. Cuenta con un retablo mayor y cuatro menores. La iglesia presenta tres amplias naves, la mayor de 58 m de largo por 7,8 m de ancho. La cúpula tiene 23 m de altura y la torre 34 m. Se le concede la categoría de curato (parroquia)», relata la página web del Arzobispado de Corrientes. En 1871 se trasladó como organismo eclesial a esta nueva parroquia; como dos parroquias no pueden funcionar de modo permanente en una misma sede, ambas fueron unificadas.
En 1910, el papa Pío X creó la diócesis de Corrientes, dando a esta iglesia la categoría de Catedral. En 1961, cuando Corrientes fue elevada a arquidiócesis, la iglesia del Rosario recibió, por lo mismo, el título de catedral metropolitana.
En 1939, en su atrio, el escultor Luis Perlotti construyó en mármol y bronce el monumento que guarda las cenizas del mártir de Pago Largo, el teniente de gobernador Genaro Berón de Astrada. En 1963 se inauguró en su interior el panteón de los próceres correntinos, en el que se encuentran depositados los restos de los gobernadores Galván, Joaquín de Madariaga, Juan Esteban Martínez, José María Rolón, y el brigadier general Pedro Ferré (cinco veces gobernador de Corrientes). En las naves laterales, las tumbas de los obispos: Luis María Niella, primer obispo de la diócesis; Francisco Vicentín, luego primer arzobispo, y Fortunato Antonio Rossi.
El Cristo yacente es del siglo XVIII, de estilo jesuítico; el cofre que lo contiene, una obra notable del tallador español don Julio Pomares, costeado por la comisión pro templo a principios del siglo XX. Fue declarado monumento histórico provincial desde 1959.
Pero, además, resguarda un órgano histórico de 1183 tubos. Este fue construido en 1908 por la casa alemana August Laukhuff y el italiano Marcello Borelli gracias a una recolección de fondos por parte de la comisión de damas en 1909. El órgano fue restaurado recientemente después de 29 años de silencio, y volvió a sonar en 2021.