Un monumento único para el reverdecer de aquella plaza del trencito

La Libertad es uno de los espacios verdes más icónicos de la ciudad, además de referencia social y comercial desde hace más de un siglo. Su historia, marcada por el ferrocarril El Económico, escribe un nuevo capítulo con esta remodelación.

Por trascendencia histórica, patrimonial y urbanística, la plaza Libertad es uno de los espacios verdes más importantes con los que cuenta la ciudad. Su valor no solo sobresale en la actualidad, sino que fue desde inicios del siglo XX, hace más de 100 años, una zona de alta movilidad y clave para el posterior crecimiento de la ciudad hacia el este del microcentro. 

La plaza está ahora transitando los últimos pasos en un proceso de recuperación y refacción integral, que la dejarán con una cara renovada y lista para ser disfrutada a pleno por los vecinos de la ciudad. Actualmente en este espacio, ubicado en el cuadrante entre las calles Hipólito Yrigoyen, Perú, San Martín y Roca, trabajan en el mejoramiento del parquizado y en la instalación sobre el monumento central de dos grandes grabados que ilustran a próceres y personajes correntinos de distintas épocas. El conjunto cuenta la historia del aporte correntino a la constitución de la patria, conservando de esta manera su estirpe de plaza histórica.

Sobre rieles

En el actual edificio del Ministerio de Producción funcionó desde el 1900 aproximadamente la estación del tren El Económico, que unía la capital con varias localidades del interior. Estando en frente, la plaza Libertad se constituyó rápidamente como un espacio importante en materia recreativa y también comercial. Por allí pasaban obligadamente los pasajeros que llegaban o dejaban la ciudad. 

Este fue quizás el principal motivo por el que ese sector, otrora alejado, se insertó en el tejido urbano y pasó a formar parte de importantes actividades, algo que perdura hasta hoy con las obvias transformaciones por el paso de los años y la llegada de la modernidad. 

Ese espacio recreativo, pero especialmente histórico para Corrientes, es el que hoy se encuentra en la etapa final de obras y se habilitará para el uso público con diversas novedades en los próximos días.

Con una expectativa creciente entre los vecinos, quienes aún recuerdan a «las marchantas, aquellas señoras que llegaban del campo en el trencito El Económico con sus gallinas en jaulas y productos caseros para ser vendidos en El Piso, ahora esperan que el nuevo paseo acompañe esa nostalgia y genere nuevas vivencias para la posteridad.

Un monumento central con una fuente que alcanza los 14 metros de alto y representa con imponentes figuras a la libertad, la república y el escudo de Corrientes, con siete vértices que alimentan el flujo de dos niveles del agua, atrapa las miradas en el corazón de la plaza, fundada cuando la modernidad se asociaba a la llegada del ferrocarril.

Entre el follaje de antiguos palos borrachos, lapachos, ibirá pitás y cítricos característicos de todas las calles de ese barrio, la Libertad se erige en medio del verde y unas instalaciones urbanas que permitirán que grandes y chicos elijan ese sitio para hacer deportes, distenderse, jugar o simplemente sentarse a contemplar el colorido escenario.

Un año y varios meses llevó el trabajo, que se realizó por etapas. La primera fue para renovar las veredas y el solado, así como para las labores de paisajismo, que cuentan con elementos de estilo ferroviario, en sintonía con la estación que funcionó en ese sector. Parte de los elementos que se utilizaron para esos bancos e instalaciones fueron rescatados del edificio donde funcionaba el Banco de Corrientes, donde ahora se edifica el Museo de Arte Contemporáneo, ya que el estilo ferroviario aportó vigas antiguas y elementos de hierro de esa misma tipología arquitectónica.

Luego se compaginó la estructura que soportarían las grandes esculturas creadas por el artista Carlos Benavídez, reconocido a nivel nacional e internacional por sus trabajos escultóricos de estilo figurativo expresionista. Hasta el momento, es el escultor nacional con mayor cantidad de estatuaria pública colocada en el país.

«La figura central fue lo más complejo de colocar. Llegó en cuatro partes, de unos 200 kilos aproximadamente cada una. Se debió subir de manera modular y luego sostenerla para armarla sobre andamios. Justamente, el día que la armamos, se desató una fuerte tormenta con viento y debimos bajar algunas de las partes para volver a instalarlas luego, con mayor seguridad», relataron quienes participaron de la obra.

Gobernadores, militares y próceres correntinos de distintas épocas fueron grabados para quedar inmortalizados en un gran monumento que se inspiró en los más grandes del mundo, entre los que se encuentran la Fontana di Trevi, la Fuente de las Nereidas, la Fuente de las Cibeles de Madrid y la fuente de la plaza de la Virgen de Barcelona.

En el caso de la plaza correntina, el agua manará de peces y cántaros. Y el conjunto escultórico representa la libertad obtenida a lo largo de toda la historia por el pueblo de la provincia.

La leyenda de patria, libertad y constitución, presente en la bandera de Corrientes, también está inscripta en el monumento, rodeado por murales en los que se pueden avizorar las figuras de próceres como San Martín y Cabral, además de exgobernadores, militares y hombres y mujeres ilustres de la historia de la provincia. Entre ellos, están Joaquín Madariaga, el caudillo José María Paz, los soldados de Malvinas, las cautivas, Berón de Astrada, Juan Pujol, Carlos María de Alvear, Fray José de la Quintana, los Cazadores Correntinos, el Tambor de Tacuarí, los granaderos, Pedro Ferré y Benjamín Virasoro.

El riego, la iluminación y la fuente funcionarán de manera automática. Y TelCo ya instaló tótems que proveerán WiFi.

Las paradas de colectivos también guardan relación con el diseño ferroviario, así como los juegos para los niños, construidos en hormigón con rejillas de seguridad del tipo que se instalan para contener el riesgo de caídas en los edificios. 

La plaza Libertad fue declarada pública en 1863, habiendo sido piso de mercado, pero aún en 1865 no tuvo algún destino especial, ubicándose a la entrada del camino este de la ciudad, siendo un lugar naturalmente arbolado y un punto pintoresco ya que sobre la calle Ayacucho (actual Hipólito Yrigoyen) existía el puente sobre el arroyo Arazá y Poncho Verde.

A 160 años de aquella primera plaza, la Libertad está a punto de renacer, de renovarse y modernizarse, pero con la misma esencia que la convirtió en un espacio icónico de la ciudad.

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